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Philip Kerr: El maestro de la novela negra. Mesa redonda con Antonio Lozano y Marina Sanmartín

El jueves 24 de octubre, a las 19 horas, en el Espacio Mercado Getafe, “Philip Kerr: El maestro de la novela negra”, mesa redonda con Antonio Lozano, periodista cultural y director de la colección Serie Negra (RBA), y Marina Sanmartín, escritora, periodista, y responsable de la gestión de la librería Cervantes y compañíaModera: Lorenzo Silva. Esta mesa se convertirá así en un sentido homenaje al padre del inolvidable Bernie Gunther, con ocasión de la presentación de su novela póstuma: “Metrópolis” (RBA editores).

Philip Kerr (Edimburgo, 1956 – Londres, 2018) creció en un hogar marcado por el «fanatismo religioso» según su propia confesión. Cerrarle las puertas al cristianismo supuso una vida de liberación. El pecado se antojaba una opción mucho más divertida», confesaría en una entrevista. En el hogar de los Kerr no entró un aparato de televisión hasta que el futuro autor cumplió los catorce años, de modo que «sin distracciones y con un tiempo asqueroso, no me quedó otra que refugiarme en la biblioteca pública de Edimburgo. Menuda bendición que mi madre me llevara allí cada tarde después del colegio. Fue empezar a leer y saber que quería ser escritor. A los once años ya me puse a ello y con doce me regalaron una máquina de escribir de segunda mano que me pasaba el día tecleando sin salir de mi cuarto». Hizo sus primeros pinitos con relatos de «porno suave» que vendía a sus compañeros tras colarse en cines de adultos con unas alzas en los zapatos en busca de inspiración. Nada complacido con su afición a rellenar cuaderno tras cuaderno, incluso en la iglesia, se mostró su padre, a quien le gustaba meterse con él llamándolo «Harold Robbins». Kerr sostuvo que su progenitor sacó su carácter fuerte para imponerle que estudiara Derecho de cara a que se convirtiera en el burgués de clase media que él, un gerente de bajo rango en una empresa de construcción, nunca pudo ser. «Las leyes no me interesaban en absoluto. Me abocaban a una profesión y unos ambientes demasiado respetables, donde uno se convertía en un viejo de manera prematura. Sospecho que habría sido un abogado terrible, demasiado egoísta como para anteponer las necesidades de mi cliente a las mías». Sin llegar a ejercer después de graduarse por la Universidad de Birmingham y deseoso de adquirir algo de cultura, Kerr cursó un posgrado en Filosofía del Derecho. «Como todo el mundo sabe, la escuela alemana es la responsable de las contribuciones más cruciales a la materia: Schopenhauer, Nietzsche, Kant, Wittgenstein… Fue imposible leerlos sin preguntarme de inmediato por el nazismo, empezando por la mera cuestión de cómo fue posible». El Tercer Reich devino una obsesión. A finales de la década de 1980, Philip Kerr podía jactarse de haber leído toda la bibliografía en lengua inglesa y alemana que circulaba sobre el nazismo, además de ver un sinfín de documentales. En aquella época trabajaba en publicidad ejerciendo de copywriter. Entre las marcas para las que redactaba anuncios se contaban Skol, Kleenex, Twix, McDonald’s, Whiskas, Tesco… El escocés afirmaba que sus jefes estaban convencidos de que aquello era un arte, pero para él solo significaba un tedioso trabajo alimenticio del que intentaba zafarse siempre que podía, bien escribiendo sus propios libros en horas de trabajo —«mientras te vieran teclear, a nadie le importaba un pimiento lo que hicieras en la oficina»—, bien acudiendo a las bibliotecas a documentarse. «Enfrente de la primera de las tres agencias para las que trabajé se encontraba The London Library, la mayor biblioteca privada de Londres, refugio de la intelligentsia de la ciudad y un santuario de viejos volúmenes, donde iba a refugiarme durante horas y horas sin que nadie lo advirtiera». Kerr se dedicó diez años a vender chocolatinas, comida para gatos, cerveza…, tiempo durante el cual también escribió para el sello Penguin un par de libros sobre mentiras, fraudes y peleas que han marcado a la humanidad, además de tres o cuatro novelas «malísimas» que nadie quiso. Pero entonces llegaron los nazis y Bernie Gunther para darle un golpe de timón a su vida. Antes de encontrar en el fútbol nuevo combustible negrocriminal, Kerr llevaba a cuestas una larga trayectoria en géneros de acción y entretenimiento de lo más variados. Flirteó con la narrativa con serial killer (Una investigación filosófica), el thriller high-tech (El infierno digital), el Yeti (Esaú), neopiratas de los mares (Plan quinquenal), mafiosos rusos (Carga mortal), ciencia ficción con transfusiones sanguíneas (El segundo ángel), misterio con personaje histórico (Dark Matter: The Private Life of Sir Isaac Newton)… A esta lista hay que añadir la serie juvenil Los hijos de la lámpara, basada en las andanzas de unos mellizos que, tras descubrirse un buen día dotados de poderes al pertenecer a una tribu mágica, se embarcaban en una batalla planetaria entre los difusores de la buena y la mala suerte.

RBA publicará próximamente dos thrillers que dan muestra de la versatilidad del escritor y de su capacidad de clavar al lector al asiento: Prayer —en torno a la investigación de un agente del FBI de una cadena de asesinatos de individuos ateos y de extremistas religiosos— y Research —sobre un autor de bestsellers a la fuga tras convertirse en el principal sospechoso de la muerte de su esposa. Con la prematura muerte de Philip Kerr en el mes de marzo de 2018 se truncó una carrera literaria excepcional que prometía seguir dando muchas alegrías a sus hordas de fans de todo el mundo. El consuelo es que nos queda el riquísimo legado de un autor llamado, sin duda alguna, a convertirse en un clásico de la novela negra histórica.

Antonio Lozano. Periodista cultural y director de la colección Serie Negra (RBA). Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona y doctorado en Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra. Ha trabajado en Quimera y en Qué Leer y actualmente colabora como periodista literario en Librújula, el suplemento Cultura/s y el Magazine de La Vanguardia,  EsquireWoman y SModa, realiza el blog Negro sobre negro de Librújula y escribe en la sección «Serialmente» de la revista digital de cine CLAPP. Lozano es coautor de Nuestra historia (1911-2011) (Seix Barral, 2011) y de la trilogía juvenil Terror en la red (Edebé), autor de seis libros infantiles y traductor de novela negra, novela juvenil, novela gráfica, ensayo, memorias y libro práctico. Asimismo, coordina el club de lectura del CCCB y el de la Biblioteca Agustí Centelles.

Marina Sanmartín Pla (Valencia, 1977). Licenciada en periodismo, actualmente, después de más de siete años desempeñando puestos de responsabilidad en distintas librerías y cinco como miembro del equipo de comunicación de Fnac Madrid, avanza en su carrera como novelista y lo compagina con la gestión de la librería Cervantes y compañía, tras coordinar durante tres años el departamento de prensa del Grupo Sílex Ediciones, que incluye los sellos Sílex, Silonia y Tres Hermanas (también ejerció como editora en este último, participando en la edición de títulos como Las Mitford. Cartas entre seis hermanas o El diario de Virgina Woolf (volumen 1). Como autora, acaba de publicar con Principal de los Libros su cuarta novela, El jardín de los sospechosos. Su título anterior, Informe sobre la víctima, fue incluida en la lista de las mejores novelas negras según la selección del suplemento Cultura/s de La Vanguardia para Sant Jordi 2016. Sanmartín lleva cinco años impartiendo el módulo de comunicación del máster de Taller de Libros y otros cursos especializados en creación literaria y comunicación editorial. Además, cuenta con sección propia sobre novela negra en ABC Cultural, Tinta Roja.

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